viernes, 25 de noviembre de 2011
La Michelin más dura
Alas nueve de la noche, cuando en el hotel Palace de Barcelona se leyó la lista con las altas y bajas de la Guía Michelin 2012, volvió a estallar la polémica. La cocina española está nuevamente al pil-pil, con críticas a la guía por «cicatera» y «caprichosa» en sus apreciacionesHay quien habla de «escabechina Michelin». La biblia gastronómica suelta la guillotina. España pierde dos de sus de sus siete «tres estrellas». Una de las bajas era esperada: El Bulli ha cerrado. Y otra, sospechada: tras la muerte de Santi Santamaria, lo previsible era que Can Fabes perdiera una de sus estrellas.Así que ya sólo quedan cinco «tres estrellas». Y de ellos, tres en Gipuzkoa, que reafirma su liderazgo absoluto: Arzak, el Akelarre de Pedro Subijana y Martin Berasategui se mantienen en la cima un año más.Berasategui vuelve a ser el gran triunfador. Atesora siete estrellas en sus restaurantes: tres en su «casa madre» de Lasarte, dos en el Lasarte de Barcelona, una en el Abama de Tenerife y otras más en el Santo del hotel Eme de Sevilla. Ayer era un hombre feliz en los salones del Palace. «Tan duro como lograr las estrellas es mantenerlas», comentaba mientras recibía las felicitaciones.No hay nuevos tres estrellas. Pese a que los medios gastronómicos claman desde hace tiempo que el Mugaritz de Andoni Luis Aduriz y que Quique Dacosta, con su restaurante en Denia, merecen la tercera, la guía se resiste. «No le doy más vueltas: este año no toca y ya está», apuntaba ayer Aduriz, ajeno al 'sarao' barcelonés. El chef donostiarra pasó ayer el día con René Redzepi y Heston Blumenthal, dos de los mejores cocineros del mundo, rodando un spot por la costa guipuzcoana. Y los tres terminaron cenando en Mugaritz.
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